欧米文化研究 29 号
2022-12-27 発行

20世紀前半のメキシコ・シティにおける子どもの労働 : 路上で新聞を売る子どもたち

El trabajo infantil en la Ciudad de México de la primera mitad del siglo XX: los niños que vendían periódicos en la calle
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Abstract
A pesar de los avances globales contra la explotación laboral de la infancia, todavía existen numerosas regiones donde los niños deben trabajar para ayudar a la economía familiar o para su propia subsistencia. México es uno de los países en los que aún no se ha eliminado el trabajo infantil. El presente estudio tiene por objeto aclarar la historia de los niños trabajadores en la Ciudad de México de la primera mitad del siglo XX. Nos centraremos especialmente en los llamados niños“ voceadores” o vendedores de periódicos en la calle.
Aun entrado el siglo XX en México, y a pesar de la gradual extensión del sistema educativo durante la segunda mitad del siglo XIX en el país, los progenitores de familias con escasos recursos priorizaban poner a sus hijos a trabajar en lugar de escolarizarlos y los niños desamparados, tales como los huérfanos, para subsistir no tenían más opción que trabajar. Por otro lado, entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, México logró cierto grado de estabilidad política y desarrollo económico debido a la modernización que se llevó a cabo bajo la dictadura de Porfirio Díaz. La Ciudad de México creció por la industrialización y el aumento de la población. La rápida urbanización provocó un incremento de desocupados e indigentes, incluidos los niños, que tuvieron que dedicarse a diversos oficios callejeros: vendedores de diversos productos, cargadores, limpiabotas, etc. Aunque estas ocupaciones eran indispensables para los necesitados, la clase dominante no las consideraba como trabajo formal. Particularmente las actividades realizadas por los niños en la calle eran percibidas como una forma de holgazanear o el germen de la mendicidad o el crimen, a pesar de que los niños no habrían podido realizarlas a menos que ciertos adultos se las facilitaran.
El voceador, que jugaba un papel muy importante en la circulación de la información en esta época, era la ocupación más recurrente entre los niños y, de hecho, a mayoría de los voceadores que trabajaban en la calle eran niños y adolescentes. Tanto las editoriales de periódicos como el sindicato de vendedores de periódicos, organizado en la Ciudad de México en los años 20, ayudaban a los niños voceadores con alojamiento, ropa, comida e incluso educación. Las editoriales los utilizaban como mano de obra barata para obtener más ganancias y el sindicato se servía de ellos para expandir su influencia. En este sentido se podría decir que ambos exploraban a los niños indigentes en beneficio propio. Estos, por su parte, aprovechaban el apoyo de las editoriales y el sindicato para aportar recursos a su familia o subsistir por sí mismos.